Is 53:10-11; Heb 4:14-16; Mk 10:35-45
En el evangelio de hoy Jesús nos dice que el más importante el que sirve a los demás.
Basado en su experiencia, ¿qué características tiene un servidor?
Mientras más vijo me pongo, más me doy cuenta de que mi padre ha sido mi modelo de un servidor.
Mi padre fue un servidor, literalmente.
Durante cinquente años, trabajó como camarero en un restaurante de cinco estrellas en Boston.
Fue uno de nueve hijos de inmigrantes italianos que llegaron a Boston.
Abandonó la escuela secundaria para trabajar para ayudar a mantener a su familia durante la Gran Depresión económica en los años trente del siglo pasado.
Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió de paramédico
en el ejército en un hospital militar en Inglaterra.
Me contó historias de cómo él limpiaba a los soldados estadounidenses que habían perdido sus brazos y piernas en la batalla.
Él me dijo: “Alberto, no tengas miedo de ensuciarte las manos!
Tú siempre puedes lavarte las manos!”
Después de la guerra, se hizo cargo de su madre, que era diabética.
Luego se hizo cargo de mi madre, que también era diabética.”
Cada mañana le daba a mi madre una inyección de insulina.
Cuando ella tuvo un derrame cerebral, que se retiro para cuidar de ella.
Después de la muerte de ella, él se hizo cargo de sus hermanos y hermanas mayores en asilos de ancianos.
Por supuesto, él se encargó de mí, también.
La memoria de mi padre sirviendo a los demás me enseñó a servir a los demás como sacerdote.
Por lo tanto ¿de quién se acuerdan ustedes como servidor en sus vidas?
¿Cómo te dieron un ejemplo de server a los demás?
Gracias a Dios por ellos! Jesús dice que la grandeza está en servir a los demás.
Muchos de ustedes están haciendo esto ahora, sirviendo a sus hijos y sirviendo a esta parroquia, por ejemplo en nuestras liturgias.
Jesús dice: Sirvan con sus [0]dones, y serán importantes.
Alabado sea Jesucristo!